Se realizó en la comunidad de Hueyapan, Morelos y se llevó a cabo el 20 de julio de 2018, en las instalaciones del taller de las artesanas Cozamalotl de la misma comunidad.
El taller inició a las 9:30 horas, con una dinámica de presentación entre los asistentes a través de decir sus datos y cuál es el elemento cultural o natural que más les gustaba de su comunidad. Las respuestas fueron variadas desde: el bosque, los hongos, el ex convento Santo Domingo, la barranca Amatzinac y la comida como los quelites. También se mencionó la creación de gabanes, cotones, rebozos y mañanitas como elementos que identifican a Hueyapan y ser lo que más les gusta, como respuesta de las participantes.
Las participantes son un 40% personas pertenecientes a la tercera edad y un 60% en edad comprendida entre los 25-60 años de edad.
José Luis Isaí Molina Tapia- les presentó de manera general el proyecto y los temas a trabajar. Se utilizó rotafolio, carteles y un collage para explicar lo qué es la biodiversidad, los recursos naturales y genéticos y ejemplificar con materiales a la mano y que se encuentran en el taller para explicar cuales son parte de los usos de los recursos genéticos.
De manera lúdica se da pasó a la creación de un tendedero de la biodiversidad que permite identificar los recursos naturales y genéticos que ahora las participantes identifican en Hueyapan, coincidiendo que sus usos son principalmente para hacer la comida, para curarse, para hacer productos para venderlos. De esta manera el tendedero quedó dividido como se muestra:
a) Alimentación: aguacate, quelites, alaches, hongos, quintoniles, berros, verdolaga, hoja santa, calabaza, huazontle, pápalo, chayote. Flor de zompantle, guaje, epazote, acelgas, ejotes, espinacas, pimientas, anona, chirimoya, frambuesas, higo, tecamote.
b) Medicinal: azumiate, miguelito, aguacate, toronjil, alta reyna, pericón, cempaxúchitl, té cedrón, ruda, zapote, hiberna buena, hierba maestra, sábila, tomillo, apio, membrillo, durazno, cuatecomate.
c) Para productos (manufactura): de uso de la lana de borrego: cotones, bufandas, rebozos, chales, carteras, zapatos, mañanitas. Madera de pino, encino: mesas, sillas, camas y muebles.
Después del tendedero, se continúo con el juego de la lotería para identificar los conceptos y temas abordados durante la sesión, para ello se les otorgó una lotería diseñada especialmente con temas sobre el Protocolo de Nagoya y se logró obtener durante tres rondas a diferente ganadoras al tiempo de conocer las dudas, inquietudes y los conceptos que aún no estaban claros.
Para evaluar la sesión se realizó una encuesta de satisfacción y se compartió pan de horno y café de Tlacotepec para mayor convivencia y empatía en el grupo.
Finalmente, se proyectaron cápsulas informativas en idioma Náhuatl sobre los recursos naturales y su protección, aprovechamiento y preservación. La sesión finalizó a las 12:30 horas.